Aunque no es nuevo el empleo de madera en la elaboración de monturas, este 2014 se diferencia por unas mejoras que consiguen mejorar de tal forma el producto que deberemos tener en cuenta que las gafas ya no serán solo de pasta, metal o al aire.
Entre las muchas ventajas de la madera, esta que es un producto natural, al igual que es un material muy ligero, además de eliminar de raíz cualquier problema relacionado con alergias a materiales. Y además, ya que las vetas de la madera no son uniformes, no hay dos gafas iguales, lo que nos permite diferenciarnos y tener un modelo único.
En mi caso particular, hace años que empecé a vender gafas que utilizaban madera en su composición, y a pesar de no haber tenido problemas con ellas, siempre había sido escéptico en la popularización de este material, ya que a pesar de ser ligeras y cómodas, no eran para todo el mundo, ya que “o te las sientes bien, o mejor no las compres”, además de tener precios muy superiores a los 250€…
Hasta que me presentaron la colección Woodys Barcelona
El problema clásico de las gafas de madera es la humedad. Gracias a las mejoras técnicas, las gafas de madera Woodys aporta un exclusivo sellado de cera, que impide la entrada de agua, amén de utilizar fornituras inoxidables.
Otro problema clásico es que las gafas de madera no pueden ajustarse. Gracias al diseño de las varillas y a la ligereza del material, este inconveniente ya no existe.
En definitiva, yo ya tengo mis gafas de madera, y puedo aseguraros que son cómodas, muy cómodas.
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